dijous, 8 d’octubre del 2009

Otra vida es posible

Desde hace unos años atrás una vida paralela a la humana se ha desarrollado. Una vida que conlleva todo un ecosistema de complejas relaciones y redes alimentarias que hacen de éste todo un objeto digno de investigación.

En Internet, el oxígeno es sustituído por kb de información que se trasladan de un lugar a otro con la única finalidad de alimentar a sus organismos. Organismos que se identifican a través de nicks -es decir, nos olvidamos de los arraigados nombres de José, Marta, María,... y los cambiamos por Pepe85, MoReNiKaH o Paraísosdesiertos- y se domilian en correos electrónicos @loquesea.otracosa.

Los DNI se cambian por perfiles y los libros de familia por contactos de MSN o "amigos" de Facebook -elegidos por uno mismo y nunca impuestos por la ley natural-. La imagen que se tiene de alguien es a través de sus fiestas y los paisajes que visita. Todos muy bonitos (y si no pues se retoca un poco y ya está). En pocas palabras, tenemos la suerte de poder elegir parte de nuestro futuro -sí, sólo parte, en Internet no hay dioses; sólo el casi omnipresente Google se acerca a ello- y prácticamente gratis.

Antes de someterte a una operación de cambio de sexo, de hacer las maletas y huir a Camboya o simplemente de estudiar una carrera, piénsatelo, créate un perfil en Facebook.

2 comentaris:

  1. supongo que esto elevado a la enésima potencia sería un "second live", o second live sólo es un "simple" programa que plasma lo que es Internet para millones de usuarios: una vida paralela virtual, lo que no significa que sea menos real.

    ResponElimina
  2. No pensaba en Second Life cuando escribía esto. La verdad que únicamente quería introducir el blog. Me parecía una forma simpática el dar a entender que detrás de una pantalla muchas cosas son más fáciles.
    Gracias a Internet tenemos "una segunda oportunidad" porque nuestros nuevos contactos nos conocerán a través de la red y eso implica que está en nuestras manos "editar" cómo somos en la red -tan real- como en la vida misma.

    ResponElimina